jueves, 27 de diciembre de 2012

Mendigando un "Like"


   Recuerdo que antes de que existiesen las redes sociales había concursos. Tu presentabas tu trabajo (escrito, video, pintura...) y un jurado valoraba (con más o menos tino) al merecedor de un premio. Ahora con el auge de "feisbucs", "tuíteres" y demases todo se reduce a mendigar "Me gustas" de tus (según tu red social) amigos. Ya no vale que hagas un buen trabajo, que tengas talento o ¡Qué cojones! que seas bueno en algo. No. Ahora hemos llegado a una nueva forma de prostitución perversa de lo que antaño fue talento. Da igual que lo que haga sea bueno o malo, que sea un truño o una joya; si consigo embaucar a suficientes "amigos" (llorando un poquito si hace falta) me puedo hacer con el premio fácilmente.  

   Pero está el otro lado: el del amigo víctima de la petición del "Like". La red social le obliga por amistad a pulsar el like y abandonar su propio criterio sólo "para echarle una mano a un colega". Pero pobre de ti como no des tu voto. Serás sometido a la Inquisición y al tercer grado y lo peor vendrá cuando digas que no has votado porque no te ha gustado el trabajo de tu amigo.

   En las redes sociales se está llegando a la "amistad coactiva", te presionan para que des tu voto a algo por el mero hecho de ser un contacto más de la lista. En una ocasión participé en un certamen de este tipo. Una y no más pues creo que fomentan la frustración del autor al ver que sus rivales obtienen el reconocimiento no por la calidad de su obra sino por esos bichitos llamados "likes" molestos como  ladillas. Sin embargo mi desazón no viene por haber "no ganado" (puesto que perdido no viene al uso ya que perder, no perdí nada) sino a la coerción, a la presión a la que nos vemos sometidos a diario en nuestra red social favorita con tantas peticiones de "Firma esto para salvar al tigre casposo de Birmania", "dame un like porque participo en un concurso de eructos" o "vota la foto de mi dedo gordo para ganar el concurso de churrogram".

   Seamos sinceros, ni el tigre casposo de Birmania me importa (incluso dudo mucho que mi firma llegue a servir de algo más que para que alguien tenga mis datos personales), me la trae al pairo tu concurso de eructos y ,si llegara el caso, te votaría tras escuchar el resto de eructos y comprobar que el tuyo es el mejor. Y por descontado, habiendo estudiado fotografía no pienso darle un like a la foto de tu ñoño con un filtro sepia. Con esto ya estoy expuesto. 

   Torquemada, ya puedes venir.