jueves, 28 de mayo de 2009

Reportero I

Esta tarde han hallado el que suponen es el cuerpo de isabel Canino desaparecida en Tenerife hace dos meses. Yo volvía de cubrir el meeting de Rajoy por las elecciones europeas y me disponía a relajarme despues de un día de trabajo. Sonó el teléfono, era de la redacción: acabaan de encontar el cuerpo de Isabel - sal y te confirmo el lugar de camino - me dijeron. Cogí mi cámara y salí como alma que lleva el Diablo. A pesar de que informar es mi trabajo hay cosas para las que uno nunca está preparado. Una persona hallada sin vida, el escenario de un crimen, los familiares destrozados y yo mirando a través de mi visor como mero intermediario de la información. Y me quedo ahí como un voyeur observando por el objetivo, buscando las imágenes, las expresiones que mejor reflejen la situación.
- Mi trabajo es informar - me repito constantemente, pero ese tormento sigue ahí. Dejo de usar mi cámara como máscara y observo a mi alrededor. Mis compañeros de prensa. Veo algunos afectados, otros, más veteranos se mantienen impasibles, pero a lo lejos vislumbro una especie de moscas de la información, esos que tan de moda están, que no contentos con meter el dedo en la llaga, retuercen y echan sal. Ese es el conflicto.
-Mi trabajo es informar - repito una y otra vez. Y entre preguntas como: ¿que puede llevar a una persona a matar a otra? o ¿qué puñetas le pasa al ser humano? No puedo reprimir mirar de nuevo a esas moscas de la carnaza y sentir cierta repulsión.